Hace unos meses,  hablábamos de los Paisajes comestibles de cuatro grandes cocineros y  de la pasión que todos manifestaban por los productos que su entorno les proporcionaba.  Pero,  concluíamos, esta pasión por el producto y por la naturaleza que lo produce, no había conseguido instalarse en el panorama gastronómico actual, a pesar de la creciente fama e influencia que los cocineros  están adquiriendo en nuestra sociedad. 

 

Sin embargo, en estos momentos creemos estar asistiendo a un cambio en la forma en que se distingue a un y su papel en la sociedad, más allá de la simple acción de cocinar (sin dejar de reconocer el valor que esto tiene).

 

El pasado mes de Julio, Francia, uno de los templos de la , hacía frente al declive de su cocina aprobando una controvertida norma que exigía a los restaurantes indicar si sus platos son “”  o, simplemente, se han limitado a descongelar y recalentar alimentos previamente preparados.  Al margen de la polémica generada por esta medida, plagada de contradicciones y excepciones, lo cierto es que ha servido para situar el foco sobre algo que está poniendo en serio peligro uno de los más preciados patrimonio de este gran país.

Precisamente, unos de los más firmes defensores de esta medida, el reconocido chef francés e, ha movilizado a la sociedad y a la política de su país para recuperar el lugar que siempre ha tenido la cocina francesa en el mundo”. ” reunirá  el 19 de marzo de 2015, a más de 1.000 cocineros en 5 continentes para celebrar la gastronomía francesa. Este acontecimiento, bajo la forma de una cena, rendirá homenaje a la excelencia de la cocina francesa, a su capacidad de innovación y a los valores que vehicula: compartir, disfrutar, así como cuidar la salud de sus contemporáneos y del planeta.

Uno de los valores que, con orgullo, pretende transmitir este proyecto es, precisamente la excelencia de la cocina basada en los . La defensa del producto, del productor, de la tradición, del saber hacer y  de la diversidad que ofrece el territorio, es la base para la recuperación de la auténtica cocina francesa.

 

Creemos que con estas acciones, Francia nos  muestra que solo los países y los profesionales que conozcan la historia y la singularidad de sus productos, podrán superar la creciente estandarización y uniformidad de la cocina.

www.truefoodalliance.com

 

Desde ®, queremos felicitar a los promotores de la iniciativa francesa  puesto que los valores que promueve son los mismos que inspiran nuestro trabajo. Creemos firmemente que la  calidad y la diversidad de productos son las únicas herramientas para asegurar el futuro una cocina de calidad.

Por todo ello, desde estas páginas  instamos a todos los profesionales de la concina, a los amantes de nuestra cultura gastronómica, a los responsables políticos de España y Portugal,  a unirse y participar activamente en lo que  nosotros denominamos ” que tiene como objetivo dar a conocer al mundo la cultura y la gastronomía de la Península ibérica,  increíblemente diversa y reflejo de la historia  y la exuberante naturaleza de esta parte del mundo.

 

 

26/DIC/2013. Cada vez que decidimos pasar unos días en el Alentejo, un sentimiento de recogimiento adorna desde ese instante el viaje. Esta región cobija una tradición y unas peculiaridades que la hacen especial, cercana, y siempre imponente y acogedora. Sobre todo, porque ofrecen autenticidad.

El día despierta con prisa, deseoso de cruzar al otro lado del Guadiana. Y prefiere los caminos estrechos antes que autopistas y peajes, para saborear desde el principio, olores y experiencias de la mano de sus habitantes. El Alentejo, tan cerca y tan lejos durante siglos, es una puerta a la tradición que está sabiendo introducir los elementos necesarios para su modernización y apertura al mundo. Lleva tiempo en esta tarea. Sin prisas, sin pausas.



En la primera parada, llama poderosamente nuestra atención unos frascos de cristal adornados con un diseño atractivo, y esencialmente mezclado con el paisaje. acercándola a paladares lejanos que buscan sabores auténticos y sin domesticar. Su imagen transmite la tradición de quien se recorre la preciosa sierra alentejana en busca de sus frutos permanentes: castañas, aceitunas, cogumelos, cerezas… escogidas una a una, casi a mano. Y sin embargo, con la capacidad suficiente para exportar a cualquier rincón del mundo. No es la única. En esta zona están siendo muchas las pequeñas empresas que, conscientes de las posibilidades de vender fuera sin renunciar a lo genuino, se están embarcando en procesos de internacionalización adaptados. Todo manteniendo su esencia. Artículos de corcho, vinos, aceites, y muchos más se han convertido en nuevos iconos superando a los tradicionales artículos que podían adquirirse a buen precio en la vecina Portugal.

Para muestra, un botón. , de , en Portalegre.  Investigan, desarrollan, producen y comercializan productos tradicionales, y los llevan al mundo. Para que nadie se quede sin probarlos. Han sabido recuperar e innovar, y sobre todo vender, con la más alta calidad. Sin renunciar a nada. Tienen una gama de productos diversos hechos a partir de las mismas recetas con las que se elaboraban hace siglos. La historia la rememoran con cada producto. Cada condimento, cada resultado se completa con el trato amable, familiar de quien regala lo que no le pertenece, pero que cuida para que todo resulte exquisito, y de calidad. En el Alentejo, han sabido abrir puertas despacio, sin agotar sus recursos y preparando todo para tu vuelta. Quieren que repitas. Y lo consiguen.

Dejamos a la espalda, y ponemos rumbo a la vuelta saboreando los rincones ahumados por las chimeneas que ayudan a calentar los espacios, las salas de estar.


 La vuelta, obligada por . Buscando la estrechez del camino. El sol comienza a dibujar sus rojos para despedir el día. Siempre impresiona. Esa conexión que se produce con la naturaleza obliga a detenerse para contemplar. Aún hay tiempo para seguir respirando naturaleza. De fondo, se divisa la silueta de una fortificación a ras de suelo. Su contraste con los verdes vecinos hace pensar que quiere ser descubierta, y abordada. Es , del , una impresionante bodega abierta al Enoturismo que exporta vinos de la región. Pese a su tamaño, ha sabido comprometerse con la sostenibilidad. Y hace lo que dice que hace. Una muestra más de que el Alentejo sigue abriendo puertas únicas e innovadoras.

En poco más de cien kilómetros hemos sido capaces de hacer una ruta de productos únicos, de alimentos que sólo saben a la tierra que los produce.

Siempre queremos más. Volveremos