Hace ya dos años, cuando TrueFoodAlliance® no era más que un sueño, viajamos a Berlín para asistir a una de las ferias más importante del mundo en el campo de la alimentación y, más concretamente, en el sector de Frutas y Hortalizas, la “Fruit Logistica”. Comprobamos que todo lo que leíamos en prensa, en revistas especializadas y en las redes sociales sobre la alimentación sostenible y el consumo responsable era algo más que un rumor y que, en efecto, el mundo estaba reclamando un cambio en el modelo de producción de alimentos.
Estas ganas de verlo con nuestros propios ojos, fue lo que nos llevó a aterrizar en Berlín, a pesar de los 20 grados bajo cero que “disfrutaba” la bella ciudad hace ahora dos años: asistir a la conferencia titulada “Working together for Sustainable Agriculture”, organizada por Bayer CropScience para presentar su iniciataiva “Food Chain Partnership”, junto al gigante de la distribución Metro. Al igual que nosotros, profesionales de la agricultura, la alimentación y el medio ambiente de todo el mundo habían acudido a esa cita, con el fin de conocer esta nueva forma de colaboración. Había, sin duda, una gran expectación
Básicamente, nos contaron que la agricultura sostenible es el único camino para afrontar el futuro de la humanidad, y que los consumidores reclamaban cada vez con más fuerza una mayor responsabilidad por parte de las empresas en el sistema alimentario. Para dar respuesta a ambos retos, Bayer, la gran multinacional de la industria agroalimentaria, nos contó su compromiso con la productividad, pero también con la responsabilidad social y la sostenibilidad medioambiental . Conscientes de su influencia en los productores agrícolas y en las dificultades que estos tienen para dar respuesta a las demandas cambiantes de la sociedad, idearon una nueva forma de colaboración con los agricultores, pero también con el resto de agentes que participan en la cadena alimentaria (exportadores, distribución, etc.). Este modelo asegura la producción de alimentos de gran calidad y respetuosos con los principios de la agricultura sostenible. En esta conferencia, además de los representantes de Bayer y Metro, pudimos conocer a productores serbios e hindúes integrados en esta iniciativa.
Sin embargo, lo que más llamó la atención entre gran parte del público fue, precisamente, la pregunta que da título a este artículo: ¿Y dónde están las ONG´s? Si estábamos hablando de sostenibilidad, de reducir el consumo de recursos en la producción de alimentos, de proteger el planeta en definitiva, ¿cómo no abanderan ellas en este tipo de iniciativas? O, al menos, cómo no colaboran estrechamente con las empresas que están dispuestas a asumir su responsabilidad con el medio ambiente…
Dos años después de aquél viaje, se han multiplicado las iniciativas empresariales que buscan mejorar la sostenibilidad la cadena alimentaria y, paradójicamente, son las grandes empresas las que están liderando este cambio. Un simple vistazo a los programas de las diferentes Ferias de alimentación que se celebran en todo el mundo, permite comprobar que esto es más que una moda o un lavado de imagen.
Por esta razón, cuando pusimos en marcha TRUEFOODAlliance® hace tan solo unos meses, quisimos ofrecer a las ONG´s un lugar destacado en nuestra Plataforma, que les permita comunicar los valores que defienden y los productos alimentarios que, gracias a su trabajo, está ayudando a conservar la biodiversidad y a recuperar muchas zonas rurales.
Como profesionales del sector medioambiental, conocemos de primera mano el trabajo que organizaciones como Fundación Global Nature, SEO/BirdLife o Fundación Quebrantahuesos (por citar sólo unas cuantas), están realizando para conservar la biodiversidad de zonas tan emblemáticas como los Picos de Europa, Tierra de Campos oDelta del Ebro, recuperando cultivos y colaborando con ganaderos y agricultores. Esto, unido a nuestro convencimiento de que el consumidor debe conocer el origen de sus alimentos y las consecuencias sociales, económicas y medioambientales que conlleva su producción, nos lleva a creer firmemente en los beneficios de este binomio empresa-biodiversidad/ Ong´s-industria agroalimentaria.
Animamos a más organizaciones con esta capacidad a indagar en vías de colaboración con el resto de participantes de la cadena alimentaria, incluyendo empresas, convencidos de que sólo mediante la cooperación seremos capaces de mejorar la situación actual. Y así, tal vez, seamos capaces de dotar de contenidos y hechos conceptos como sostenibilidad y responsabilidad, que tanto nos gusta utilizar a todos en nuestros discursos. Os animamos a formar parte de TRUEFOODAlliance®.
Fundación Global Nature y sus legumbres ya forman parte de nuestra comunidad, pero aún faltáis muchos y estamos deseando conocer vuestro trabajo y probar vuestros productos.
Seguramente seamos una minoría quienes podemos afirmar con toda seguridad que sabemos qué comen nuestros hijos e hijas en el comedor escolar. Es más, la mayoría preferimos no pensar demasiado en el asunto, puesto que tampoco podemos hacer gran cosa para remediarlo… Confiamos en que, al menos, se cumplen todas las normas sanitarias, porque la calidad la damos por perdida…
Pero, ¿esta situación es irremediable? ¿Podemos aceptar que nuestros menores y jóvenes sean alimentados por empresas y/o administraciones públicas que priman el coste sobre la calidad? ¿Podemos seguir mirando para otro lado y aceptar que nuestros impuestos contribuyan a eliminar cualquier atisbo de diferenciación en la alimentación, según la región y la temporada en que vivimos? ¿Podemos aceptar que nuestros jóvenes acaben su etapa educativa sin conocer prácticamente nada de la cultura gastronómica de su país, de su región o del territorio donde viven? ¿O que la obesidad vaya instalándose entre nuestra población más joven como algo inevitable? ¿Podemos hacer algo, como padres, como madres, y como parte de la ciudadanía?
Hace unos días se celebraba en Madrid el primer Congreso Internacional de Gastronomía y Nutrición, que ha reunido a profesionales de la Medicina y la Restauración con el objetivo de abordar la manera de crear una cocina saludable y, a la vez, apetecible. La totalidad de los ponentes y participantes en este Congreso, han destacado la necesidad de fomentar una alimentación saludable y, especialmente, promover una educación gastronómica que contribuya a difundir los valores culturales, sociales y nutricionales de la alimentación.
La inclusión de la alimentación y la gastronomía en el currículum educativo es, sin duda, algo deseable y necesario, puesto que de este modo tanto los consumidores como los responsables públicos de mañana serán conscientes del modo en que se producen los alimentos y las consecuencias sociales, económicas y medioambientales de los sistemas de producción. Sin embargo, teniendo en cuenta que en España todo lo que suponga introducir cualquier modificación en materia educativa se convierte, automáticamente, en un motivo de conflicto partidista, para desgracia nuestra, parece difícil que veamos esa iniciativa convertida en realidad a corto o medio plazo. Además, de nada servirá la inclusión de esta formación si, al mismo tiempo, no se cambia el menú que se sirve en los
En los últimos años, han surgido cientos de iniciativas en todo el mundo en defensa de una alimentación sana y sostenible en los Comedores Escolares. Muchas de estas iniciativas están promovidas por padres y madres, alumnado, responsables de centros educativos, Administraciones Públicas, ONG… En España, sin embargo, no se han producido más que “gestos” aislados por parte de algunas Administraciones que no pasan de la mera anécdota. En el menú de mis hijos, que elabora una gran empresa de Catering que opera en casi toda España, veo de vez en cuando algún “macarrón ecológico”, “ensalada con lechuga ecológica”… ¿Eso es todo? ¿Ya está? ¿Así pretenden convencernos de que comen lo mejor? No, por supuesto que no es suficiente. Es más, casi suena a “tomadura de pelo”. comedores escolares.
Pero volviendo a la pregunta inicial: ¿esta situación es remediable? Pues rotundamente, sí. Como padres y como ciudadanos, podemos exigir a nuestros responsables públicos que apliquen criterios de sostenibilidad en sus Comprar Públicas, que apoyen y trabajen con los productores locales, que exijan la realización de acciones formativas dirigidas a los escolares por parte de las empresas concesionarias de los comedores , que se invierta en formación sobre alimentación y nutrición, tanto para el personal docente como para quienes, de un modo u otro, intervienen en la cadena de la alimentación escolar: empresas intermediarias, proveedoras, familias, comunidad educativa…en definitiva, que no escatimen en la salud de nuestros hijos ahorrando en su alimentación.
Desde True Food, creemos que todo esto es posible. La “Historia de los Hombres Pacientes”, es precisamente una herramienta educativa, apta para toda la familia, que muestra la necesidad de conocer la historia de los alimentos y su relación con nuestra cultura y nuestro entorno.
Hace unos meses, en un encuentro de los miembros españoles del “Paternariado Europeo sobre Envejecimiento Activo y Saludable”, escuchábamos a María Iglesias Gómez, Directora de la Unidad de Análisis y Estrategias de la Dirección General SANCO (es decir, una experta en materia de fondos y programas europeos), entonar el “mea culpa” por el fracaso de la Unión Europea en la creación de un sistema sólido y saludable de I+D+i. Reconocía, además, que desde las instituciones de la Unión Europea se había comprendido que la Innovación no puede ser sólo tecnológica, sino que también existe una innovación social a la que hay que apoyar igualmente. Para enmendar esta situación, se pone en marcha la “Estrategia 2020”, con el principal objetivo de mejorar las condiciones generales y el acceso a la financiación para investigación e innovación y garantizar que las ideas innovadoras se puedan convertir en productos y servicios que generen crecimiento y empleo.
En esta “Estrategia 2020” destacan las denominadasAsociaciones Europeas de Innovación (EIP), que deben actuar en toda la cadena de investigación e innovación, y que tratarán de racionalizar, simplificar y coordinar mejor los instrumentos existentes e iniciativas, así como de complementarlas con nuevas acciones en caso necesario.
Todo esto es, en teoría, muy esperanzador y parece que, por fin, se permitirá a las pequeñas y medianas empresas (¡pero a las de verdad!) acceder a la investigación y, gracias a ella, acceder nuevos mercados y contribuir a la creación de empresas cada vez más sólidas. Digo en teoría porque, desde TRUE FOOD ALLIANCE sabemos que todo esto dista mucho de ser una realidad, al menos, en regiones periféricas donde existen no solo brechas en la innovación, sino brechas tecnológicas, lo cual dificulta aún más el acceso a las propuestas de la UE.
Porque sí es cierto que se organizan muchos cursos, jornadas, networking, coffebreak, ferias…para explicar a quienes potencialmente se beneficiarán, que existen muchas oportunidades ahí fuera pero, realmente, ¿cuántas de estas acciones tienen un final feliz? A la hora de la verdad, la persona empresaria se vuelve a su casa y tiene que continuar luchando contra una burocracia asfixiante, contra unas comunicaciones decimonónicas, y contra las normas que exigen iguales requisitos a las pequeñas producciones, que a las grandes empresas.
Participa en nuestra Comunidad: www.truefoodalliance.com
TRUE FOOD ALLIANCE®: espacio de propuesta y demanda, debate y encuentro, para la creación de cadenas alimentarias sostenibles.
Seguro que muchas veces, al hablar de temas como la agricultura, la distribución de alimentos, la seguridad alimentaria… han escuchado un “¿¡¡CÓMO ES POSIBLE QUE HAYAMOS LLEGADO A ESTO?!!”
Les ponemos un ejemplo: hace unos meses leíamos en la prensa nacional e internacional que Europa es el principal importador de alimentos producidos en China. También conocíamos que los consumidores chinos no quieren comer lo que allí producen, porque saben cómo se produce, así que la situación podríamos resumirla así: nosotros consumimos sus alimentos “low cost” y los millonarios chinos, nuestras delicatessen (ver noticia).
Bromas aparte, lo cierto es que parece increíble cómo en pocos años, los habitantes más afortunados de este mundo, hemos pasado de la escasez de alimentos a la abundancia desquiciada. Desquiciada, porque hemos ignorado cómo era posible tanta variedad y cantidad de productos de todo tipo y además, tanasequibles en cuanto a precio. Lo atribuíamos a la ciencia, al progreso económico o a la suerte de haber nacido en un país desarrollado.
Todos, en mayor o menor medida, hemos delegado el cuidado de nuestra alimentación en nuestras instituciones. Hemos asumido como algo normal y consustancial al avance de los tiempos, que los tomates ya no sepan a tomate, que los cerdos sean rosas o que el agua salga del grifo (y sólo del grifo).
Sin embargo, ahora que parece que nos hemos despertado de un mal sueño, vemos que no era todo tan fácil. Ahora volvemos a mirar a nuestro alrededor y vemos que esa falsa riqueza ha generado mucha pobreza (y no sólo económica). Ahora, empezamos a ver que algo hay que cambiar y ese cambio empieza muy cerca de nuestra casa.
En TRUE FOOD ALLIANCE®, vivimos día a día la realidad de lo que llamamos “mundo rural” y somos testigos de las dificultades que, tanto productores como consumidores, encuentran para acceder a productos locales, para poner en marcha iniciativas empresariales innovadoras, para acceder a los avances científicos que mucha veces han sido financiados con fondos públicos, o para crear nuevos modelos de distribución, que saben que funcionan y que están generando riqueza en otros países.
Últimamente, se repiten las propuestas y proyectos para apoyar una agricultura sostenible, para acortar los canales de distribución, para acercar la investigación al campo…Sin embargo, hasta que esto se convierta en una realidad, la gran mayoría de consumidores y productores nos enfrentamos a la burocracia, a la falta de información y a la impotencia de ver cómo muchos “emprendedores innovadores” han tenido que tirar la toalla o tendrán que tirarla si no les apoyamos.
En este espacio, les iremos contando algunos ejemplos que consideramos abanderados de lo que podemos conseguir compartiendo información y creando redes de colaboración y confianza. Les invitamos a entrar en nuestro espacio deComunidad y participar en este apasionante reto. Les invitamos a convertir la incredulidad en oportunidad.
Extremadura es el Sur más vivo, el de horizontes más azules y limpios. Por eso tenemos en sus cielos manjares como la Perdiz de “El Castúo”. Una marca que ha dejado su huella en la despensa de las delicias con sello gourmet. Extremadura es su paraíso, en ella nace, crece, se reproduce y se come, libre de aires oscuros. Su carne es tan tierna y delicada que resulta irresistible.
Pero sepamos cómo empezó todo: Maguilla, un pueblo del soleado Sur extremeño, escenario de esta historia con final feliz… por eso se entregaron a la perdiz. Desde 1850, según recuerdan los lugareños, ha sobrevolado de generación en generación la forma tradicional de cocinar esta Perdiz. Perdiz al más puro estilo artesanal, aderezada con especias y productos a estilo artesanal, aderezada con especias y productos a la vieja usanza.
Pero "Perdices El Castúo" también nació de la
ilusión de un joven empresario, Luis Fernando, que tras probar suerte como opositor a la Administración Pública, comprendió que su futuro y el de su pueblo pasaba por apostar por la producción de alimentos únicos, con una materia prima de excelente calidad y elaborados con el mimo y el cariño que nunca podrán darle las industrias de mayor tamaño. ¿Cómo no va a funcionar algo así? Gracias a la pasión de Luis Fernando y el apoyo de los que creyeron en él, “Perdices el Castúo” ha conseguido, con sutileza de maestros artesanos, marcar a fuego lento los sabores de la tierra en cada manjar que elaboran. Todos ellos bañados en el aceite de la vida, el aceite de oliva virgen extra al que añaden especias como remate final de un cuadro perfecto.
Una inolvidable experiencia adentrarse en el mundo de la caza menor con sabores únicos, cocinados y envasados al vacío para su mejor conservación. Además en "Perdices El Castúo”, han pensado en un detalle nada pequeño de la gastronomía rural, el pan, y para untar sobre él han sacado al mercado un exquisito bocado de dioses, el Paté de Hígado de Perdiz. Pan y Paté de Perdiz, un milagro de sabor.
Precisamente, hace unos días, Jaime Hurtado, Director Gerente de Asiccaza (Interprofesional de la Carne de Caza), llamaba a consumidores y cocineros a consumir más carne de caza, no sólo por su sabor y propiedades para la salud, sino porque la actividad cinegética constituye el paradigma de lo que ha de ser una gestión sostenible de los recursos naturales y, además, es la principal industria en muchos de las zonas rurales de nuestro país. España es un paraíso de aves, por tanto un Edén para comérselas sin dejar nada en el plato.
Existe toda una red de expertos y amantes en el arte de cuidar, educarinformar y hacer pedagogía sobre el apasionante mundo de la carne de caza, que a la vez se han propuesto enseñarnos a explorar las suculentas formas de cocinarla y degustarla en su esplendor. Uno de ellos es, sin dudas, este valiente empresario de Maguilla...
Extremadura es tierra de gentes pacientes que saben extraer del campo sus aromas y excelencias. La carne de caza es el último grito para paladares refinados que aprecian el sabor y la sensación de estar comiendo un pedazo de campo, campo.
Terminamos por el principio… Saber conservar las tradiciones, saber guardar aquel tesoro desde 1850, ha tenido su recompensa para esta empresa, "Perdices El Castúo”, que ha visto reconocido su esfuerzo y apego a la tierra, con el reconocimiento de tantos y tantos consumidores que, gracias a ella, han descubierto el valor de la carne de caza. Empresas como "Perdices El Castúo" y visionarios como Luis, hacen que podamos creer en el futuro del medio rural y en la vida de nuestros pueblos
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